- Resume la leyenda de «El monte de las ánimas».
- En cuántos bloques temáticos se pueden clasificar las “Rimas”
- Indica el tema y bloque temático dónde se incluiría cada una de las rimas seleccionadas
- Las Rimas finales nos presentan a un Bécquer angustiado que presagia su muerte temprana. En la Rima LXVI se pregunta sobre su pasado y su futuro, y sobre ambos nos ofrece una desoladora imagen de lucha inútil y de fracaso. Indícalo con ejemplos.
VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda"!
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda"!
LXVI
¿De
dónde vengo?... El más horrible y áspero
de
los senderos busca;
las
huellas de unos pies ensangrentados
sobre
la roca dura,
los
despojos de un alma hecha jirones
en
las zarzas agudas,
te
dirán el camino
que
conduce a mi cuna.
¿Adónde
voy? El más sombrío y triste
de
los páramos cruza,
valle
de eternas nieves y de eternas
melancólicas
brumas.
En
donde esté una piedra solitaria
sin
inscripción alguna,
donde
habite el olvido,
allí
estará mi tumba.
XV
Cendal
flotante de leve bruma,
rizada
cinta de blanca espuma,
rumor
sonoro
de
arpa de oro,
beso
del aura, onda de luz,
eso
eres tú.
¡Tú,
sombra aérea que cuantas veces
voy
a tocarte te desvaneces
como
la llama, como el sonido,
como
la niebla, como un gemido
del
lago azul!
En
mar sin playas onda sonante,
en
el vacío cometa errante,
largo
lamento
del
ronco viento,
ansia
perpetua de algo mejor,
eso
soy yo.
¡Yo,
que a tus ojos en mi agonía
los
ojos vuelvo de noche y día;
yo,
que incansable corro y demente
tras
una sombra, tras la hija ardiente
de
una visión!
XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"