viernes, 3 de octubre de 2014

Primavera Amarilla- comentario de Juanra


Comentario de Juan Ramón Jiménez

Primavera Amarilla

¡Abril galán venía, todo
lleno de flores amarillas...
amarillo el arroyo,
amarilla la senda, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel donde el amor vivía!
El sol ungía el mundo de amarillo
con sus luces caídas;
¡oh por los liros áureos,
el agua clara, tibia!,
¡las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!
Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles: el día
era una gracia perfumada de oro
en un dorado despertar de vida...
Entre los huesos de los muertos,
abría Dios sus manos amarillas.

Poemas májicos y dolientes (1909)

  1. Organización de las ideas
    El poema se estructura en las siguientes opciones:
    Un primer apartado hasta el v.8: describe  la primavera, justo en el mes de abril, con su luminosidad brillante.
    Desde el v.9 hasta la 14 expone los elementos que se ven cubiertos por el color dominante.
    A partir del v.15 su espíritu renovado deja atrás el recuerdo de lo perecedero.
  2. Tema(s)
  • Evocación (ingenua-juvenil) al contemplar la fuerza cálida de la naturaleza.
  • Entusiasmo desde la luminosidad del sol-ser
  • Contrastes sentimentales que la luz(razón) proyecta sobre todas las cosas
    • Equívoco frente a la injusticia
  1. Resumen
    El poeta se extasía ante la eclosión del renacer, contempla la estación juvenil que le recuerda lo efímero de la existencia.

  2. Comentario Crítico

    El poeta que asoma en estos versos  no acaba de superar las obsesiones decadentistas, se mantiene obsesivo en el empleo del color, la adjetivación brillante y los versos largos(alejandrinos), en un intimismo fijo en la estética modernista. Su poemario Poemas májicos y dolientes de 1909, según R.G. de la Serna, el poeta quedaría por su amarilla cursilería de los primeros versos, porque fue un poeta de esa intimidad presupuesta que brota de las cortinas amarillas, de los canapés y de las vitrinas en que solo hay abanicos que fueron descotes.
    Soledad: tedio, melancolía; impresionismo, sugestión de un neurasténico. Me eduqué con Verlaine, que fue, junto a Bécquer, el poeta que más influyó sobre mí, en el primer momento.
    Para los simbolistas españoles las rimas bequerianas remiten a una sensibilidad, intimidad, brevedad del poema, intensión poética, un lenguaje preciso y sugerente para desvelar el misterio.
    Se puede evocar lo que, en apariencia, no tiene voz.

    El huerto de Melibea, los cementerios de monjitas, trasunto que aspira a crear(se) en un mundo bello, también representa el desvarío, los delirios y las quimeras que llevan al hombre fuera del mundo: los lirios áureos

    Colores simbolistas: 

    azul- predilecto hasta el cisne, parece el más profundo, el más inmaterial y el más puro, sugiere la idea de eternidad tranquila y sobrehumana, precisamente es el color del signo zodiacal de Virgo. Azul sin desfacer.

     amarillo- contraste, de la sorpresa atrevida, y a la vez, signo de una nueva y sugerente calidez en un mundo desordenado e intenso. Es impresionista su premisa de no pintar las cosas sino el efecto de las luz sobre ellas. 
    Manuel Paso, poeta-periodista decadence, habló de la luna amarilla sobre “los campos desiertos”. Van Gogh pintó con amarillo las estrellas de alguno de sus cuadros nocturnos. Existe una extrema sinestesia, modernista latinoaméricano, Julio Herrera Reissig: Virgilio es amarillo y Fray Luis verde. 
    El color está en las cosas, son ellas mismas y, al hacerse independiente, unas veces es expresión del alma del poeta, que lo emplea para proyectar sus propias luchas interiores: los verdes amarillentos de Monet, los violetas y las rosas de Renoir.
    Su amarillo nos remite a enfermedades reumáticas, dedos en nicotina, la eterna sensación de que nos perdemos. 
    Amarillo pálido pastel del que no está enamorado aun.

David D. S.

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